Monterrey._ Leandro Ríos recibió la noche del sábado el máximo galardón al que un cantante puede aspirar, y fue el aplauso, cariño y apoyo incondicional de los alrededor de 10 mil 500 asistentes a su concierto en la Arena Monterrey.

Con una majestuosa y espectacular producción, el cantante demostró que sí es profeta en su tierra y que después de 15 años es hoy el máximo exponente joven de la música norteña, indicó Remex Music en un boletín.

Fue a las 21:00 horas que el show iniciaba con el grupo abridor de la noche, a cargo de Óscar Ayala Jr., quien después de una hora dio paso para que a las 22:00 horas, con una semblanza de su carrera se anunciaba la presencia de “El Penco”, quien acompañado de un ballet folclórico salió a escena para interpretar El corrido de Monterrey.

Recién iniciada la noche, el cantante tomó una botella de dos que tenía guardadas y pertenecían a su padre, una de éstas se la tomó el día de su boda y la otra la destapó esa noche para brindar con sus paisanos el sold out en dicho recinto.

Señorita, Ángel de piel morena, Estrellas en tus ojos y La picaré fueron de los primeros temas de la noche, pero eso solo era el comienzo porque faltaba ver la mejor parte.

Para engalanar este gran show, Leandro Ríos contó con varios invitados, entre ellos Kike Maldonado, Gallo Elizalde, Edwin Luna y la Trakalosa, Paco Silva y Los Dos Migueles.

El cantante sorprendió a sus seguidores cuando cambió de escenario y a mitad de su show apareció de forma sorpresiva en un templete colocado atrás de la cancha donde pudo estar más cerca de su público.

Ahí cantó los temas Apenas te fuiste ayer y Oye viejo; posteriormente inició su caminata entre el público cantando El mudo, y así entre fotos y abrazos de su gente llegó al escenario principal.

Cuando Edwin Luna fue anunciado por Leandro como otro de los invitados, se desató la euforia y algunas lágrimas de los asistentes al interpretar Préstame a mi padre que, junto con Debajo del sombrero fueron de los temas más coreados de la noche.

La algarabía del público fue subiendo al calor de las copas y el paso de los temas, fue entonces cuando tocó el turno a Paco Silva, quien con su cumbia colombiana cantó junto al Penco Las chiquillas y La mujer del zapatero.

La respuesta de la gente no se hizo esperar, tanto que regresaron a Paco dos veces, lo que provocó las lágrimas del líder de la Tropa Colombiana.

Cuando parecía que ya terminaba el concierto, apareció en el escenario Germán Chávez, CEO de Remex Music, para entregar a Leandro un reconocimiento por sus 15 años de trayectoria.

Y para cerrar con broche de oro y con un público por demás eufórico aparecieron en el escenario Los Dos Migueles, quienes junto al Penco lograron un coro monumental al interpretar Cruz de madera y Mi amigo el borracho, entre otras, y así culminar una noche de ensueño, en la que Leandro Ríos vio coronado su esfuerzo a lo largo de 15 años.

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