En las imágenes de su primera portada en Vogue México y Latinoamérica, la cantante Shakira confirma su estatus de leyenda.

Entre atuendos rojo y dorado (los mismos colores que la hicieron brillar en el Super Bowl 2020), la cantante de La tortura revela una conversación honesta en la que habla de su éxito y confiesa no ser “fan de sí misma”, pero no de una forma reductora, más bien es un aliciente para alimentar su curiosidad y remarcar esa autoexigencia que la caracteriza y la ha catapultado a la cima:

“Siempre escucho las cosas que he hecho y digo ‘esto hubiera podido ser mejor’, nunca estoy del todo satisfecha. Esa insatisfacción no es del todo negativa, algo bueno tiene. Nunca quiero regresar a lo que ya he hecho, quiero buscar por otro lado”, aseguró.

“La gente a mi alrededor siempre intenta recordarme lo que yo significo o he representado a nivel artístico y musical, pero yo me olvido de lo que he conseguido y siempre quiero ir por más”, comenta la colombina con 13 discos .

“Esa insatisfacción no es del todo negativa, algo bueno tiene. Nunca quiero regresar a lo que ya he hecho, quiero buscar por otro lado”.

Fuera de los escenarios, la cantante de Hips don’t lie se muestra tan humana como todos y cuenta sobre la incertidumbre y estrés del confinamiento y su motor para continuar.

“Sobre todo (la preocupación) por mis padres, por las personas mayores, personas de la familia que han estado expuestas a la enfermedad. Pero al mismo tiempo intentando, dentro de los momentos de confinamiento, aprovechar para hacer cosas que no se podían en una vida normal. Aprovechando para estar más con los niños y la familia”.

“La globalización y la explosión de las redes sociales permitió derribar muchas barreras y prejuicios que existían contra la música latina, cuando los que tenían el poder de tocar esa música para la gente, para los escuchas, eran solo unos cuantos», comenta la cantante al mostrar la evolución y la libertad actual de la música latina.

La colombiana recuerda su colaboración con Alejandro Sanz (La tortura) como un antes y un después en su escena en la música.

“Esta canción marcó una etapa porque empecé a involucrarme un poco más con los sonidos latinos y la nueva movida latinoamericana: lo que estaba pasando en Puerto Rico, en República Dominicana a nivel musical y todo eso lo quise llevar a una escala global, pero siempre haciendo una labor un poco antropológica de investigar lo que sucede en cada cultura”, aseguró.

Shakira cuenta con ascendencia tanto colombiana como árabe, a lo cual destaca la importancia de la culturalidad en su nutrición artística.

“Son aparentemente lejanas, pero están muy enraizadas en el caribe colombiano con la migración de países árabes, sobre todo Líbano y Siria. Fue una migración muy grande, en un momento se mezclaron esas dos culturas de forma que ya son de alguna manera inseparables”, relató la cantante en su trabajo por trasladar la cultura al estudio de grabación.

De su show en el Super Bowl, Shakira dijo que desde un punto de vista sociopolítico fue un momento importantísimo para los latinos, para las latinas, para las mujeres de mi edad.

«Fue un statement importante y quisimos –tanto Jennifer Lopez como yo– dejar a los hispanos en un lugar de respeto y de admiración a nivel global y creo que eso lo conseguimos con creces”, comentó Shakira sobre su presentación en Miami en un 2020 lleno de incertidumbre para los latinos en Estados Unidos. ( Con información y fotos de www.vogue.mx)

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