Culiacán.- Un programa memorable en el que lucieron como solistas el joven guitarrista tapatío Jhostin Misael Guzmán y el dúo integrado por Kasia Smolarek y Gian Marco Ciampa, ofreció este jueves la Orquesta Sinfónica Sinaloa de las Artes, en el Teatro Pablo de Villavicencio, bajo la dirección magistral del Mtro. Eduardo García Barrios, director titular de la OSSLA.
Ello, dentro del calendario de actividades del 24 Festival Internacional de la Guitarra Sinaloa 2024, que este año con formato de temporada, organizan el Instituto Sinaloense de Cultura y la Fundación Cultural de la Guitarra y que concluye en octubre próximo.
El programa abrió con el hermoso Minueto del Quinteto No. 5, Op. 11, de Luigi Boccerini (Italia, 1743 – Madrid, 1805), una deliciosa composición para cuerdas inscrita en el estilo galante del siglo 18.
Siguió con el Concierto para Guitarra No. 1 en La mayor, Op. 30, de Mauro Giuliani (Italia, 1781-1829) con Jhostin Misael Guzmán, como solista, en la que el joven ganador del Concurso Internacional de Guitarra Culiacán el año pasado, mostró su esplendor como ejecutante en una pieza en la cual le arropó la sección de cuerdas de la OSSLA. Una composición con mucho del estilo galante pero ya con un pie metido en el romanticismo, cuando esta tendencia empezaba a irrumpir.
Tras los insistentes aplausos, el intérprete concedió un encoré con la Mazurka apasionada, del paraguayo Agustín Barrios Mangoré.
Y en la segunda parte, dedicada a España, del inmortal Joaquín Rodrigo (España, 1901-1999), el Concierto madrigal, con el dúo formado por Kasia Smolarek (Polonia) y Gian Marco Ciampa (Italia), en una pieza basada en los madrigales que, en el siglo 16, componía el autor español Diego Ortiz y que retoma Rodrigo cuatro siglos después para esta composición para dos guitarras y orquesta, y dividida en diez pequeños movimientos, en una especie de suite de gran belleza sonora.
Tras los sonoros y largos aplausos concedieron un encoré con una breve pieza: una versión para dos guitarras del célebre Waltz In B Minor, del autor polaco Frederic Chopin (1810 -1849).
Para cerrar, la célebre Jota aragonesa, del genial autor español Manuel de Falla (1876-1946), que es la Danza Final con que cierra el ballet El sombrero de tres picos, de profunda raigambre nacionalista.