Culiacán.- Como parte del ciclo de conferencias Sinaloa y los Estados Unidos: Episodios de su historia conjunta, la tarde noche de este martes, en el Centro Sinaloa de las Artes Centenario se llevó a cabo la conferencia “Trabajadores en movimiento: La dinámica laboral entre México y Estados Unidos», a cargo del maestro Ernesto Sánchez Sánchez.
El economista, quien además es Doctor en Ciencias Sociales por la U. de G. y profesor de la Universidad Autónoma de Sinaloa adscrito a la Facultad de Estudios Internacionales y Políticas Públicas inició señalando que la relación México-Estados Unidos es una relación histórica y compleja por la vecindad entre ambos países y por las relaciones que se han dado a lo largo del tiempo, una relación histórica de amor y odio, de reconocimiento, colaboración, competencia, en el que la migración ha jugado un papel determinante.
Como antecedente, se refirió al programa Bracero, que funcionó de 1942 a 1964, en la frontera, que fue una negociación bilateral exitosa por los contratos de trabajo, salario mínimo, transporte, viviendas y seguro para los migrantes que buscaban mejores condiciones de vida, periodo en el cual se pudo mover a cerca de 4.5 millones de mexicanos al vecino país, quienes fueron forjando redes sociales comunitarias.
Cuando terminó dicho programa, inicia la migración indocumentada, que se refiere al perfil sociodemográfico de la migración mexicana sin papeles, de manera temporal, con una inserción laboral diversa, no solo en labores del campo, sino en el área de servicios en diversas ciudades de la Unión Americana.
“Es hasta el año de 1986 cuando se reforma la ley de migración en Estados Unidos, que brinda regularización a 2.5 millones de mexicanos”, comentó el expositor, quien es miembro del Sistema Nacional de Investigadores-CONACYT.
Sánchez Sánchez se refirió a Sinaloa como “tierra de migrantes”, ya que según datos del conteo de población desde 200 a 2005 Sinaloa se convirtió en el quinto expulsor de migrantes a nivel nacional, siendo Culiacán, Mocorito, Badiraguato, Mazatlán, Ahome y Guasave, los de mayor intensidad migratoria.
Al referirse al tema de las remesas que llegan de Estados Unidos a Sinaloa, destacó que los migrantes se van, pero reconocen sus orígenes, perdurando su relación y consolidando sus redes familiares y comunitarias con Sinaloa, que se refleja en el ingreso de dólares de manera permanente a un gran número de municipios sinaloenses.
El ponente, quien es miembro de Sistema de Investigadores y Tecnólogos de Sinaloa y miembro de la Asociación Mexicana de Estudios del Trabajo (AMET), como dato curioso destacó el hecho de que desde el año 2010, Tijuana y Mexicali, en Baja California, se han convertido en el destino de miles de sinaloenses que han fincado su residencia en dichas ciudades fronterizas.
La conferencia presentada este martes formó parte de un programa organizado por el Instituto Sinaloense de Cultura, La Crónica de Sinaloa A.C. y el Colegio de Historiadores de Sinaloa, para conmemorar los 200 años de relaciones diplomáticas entre México y Estados Unidos, con una serie de charlas en torno a episodios de la historia en los que Estados Unidos y Sinaloa han estado en estrecha relación. Este ciclo, que se desarrollará hasta diciembre en Los Mochis, Culiacán y Mazatlán, tiene el objetivo de dimensionar la imbricación existente entre Sinaloa y los Estados Unidos, producto de una relación compleja, con altibajos, pero profunda y significativa desde las dos direcciones.