Con un extenso y amoroso mensaje acompañado de fotografías, Thalía rompe el silencio ante el fallecimiento de tu hermana Ernestina Sodi.
“El mismo sol, el mar, la brisa y el amor en una sola persona. La alegría, la resiliencia, la bondad y la vida misma en todo tu ser Ernestina. No solo mi hermana en esta tierra, sino también mi hermana en Cristo! Doble bendición!”.
“Dios nos permitió despedirnos todos los que te amamos de ti en estos días, donde, como la guerrera que eres, luchaste hasta el último segundo por estar aquí, por regalarnos tu sonrisa, por mirar nuestros ojos, y por compartir lágrimas juntos como la familia que somos”.
“Titi, yo sé que estás reencontrándote con mamá y papá y con amigos que se nos adelantaron, pero sobre todo, ya estás frente a nuestro Dios amado!”.
“Sé que estás más libre y feliz que nunca, más gozosa y contenta en la presencia del eterno✨
Aquí vamos a extrañar tus abrazos, tus manitas llenas de caricias, tus ojitos azules llenos de estrellitas, tus cabellos como de oro, tus hermosas pláticas, toda tu presencia humana”.
“No sabía que mi corazón se podía seguir rompiendo otro poquito más, dándome un dolor nuevo totalmente indescriptible.
El dolor del que pierde a un hermano.
Gracias mi amada!
Gracias por ser tan generosa en todos los sentidos en esta vida.
Te amo tanto belleza! Tanto y siempre
Mi barca libre al viento”.
La Barca:
Estoy de pie, a la orilla del mar.
Una barca a mi lado extiende sus blancas velas en la brisa matinal y emprende hacia el océano azul.
Es un objeto de fuerza y belleza.
De pie la observo hasta que cuelga como un pellizco de blanca nube justo allí donde el mar y el cielo se pierden el uno en el otro.
Entonces, alguien a mi lado dice: “ ¡Ya! … ¡Se ha ido!
“¿Ido adonde?”
Fuera de mi vista…
Eso es todo.
Es tan grande en mástil, casco y eslora como lo era cuando partió de mi lado y sigue tan capaz de llevar su carga viviente hasta el puerto de destino;
Su tamaño disminuido está en mí y no en ella.
Y justo al momento cuando alguien a mi lado exclama de nuevo “¡Oh! …¡Se ha ido!
Hay otros ojos viéndola llegar
y otras voces listas para clamar jubilosos:
¡”Allí viene ya!
…Y eso es morir.”