La aclamada vocalista, compositora y productora Roxana Amed lanza su esperado nuevo álbum “Todos los fuegos”, una obra vibrante e inesperada donde el jazz se encuentra de frente con el rock argentino, en versiones reinventadas de grandes clásicos de Charly García, Luis Alberto Spinetta, Fito Páez y Gustavo Cerati.

Amed, nominada al Latin GRAMMY® y ganadora del Premio Gardel, reafirma así su lugar como una de las artistas más innovadoras de la escena sudamericana contemporánea.
Con una carrera que trasciende fronteras y géneros, Amed se ha consolidado como una de las voces más personales y respetadas del jazz latinoamericano. En “Todos los fuegos”, su duodécimo trabajo discográfico, vuelve a desafiar lo establecido.
Estas canciones fueron revolucionarias en su época. Rompieron con todo: con la armonía, con la lírica, con la forma. Me interesaba explorar esa rebeldía desde un lenguaje sonoro diferente, el del jazz”.
Roxana Amed
Desde la potente “Ciudad de pobres corazones” hasta la onírica “Verbo carne”, el álbum ofrece un recorrido emocional y sonoro que honra el espíritu de estas obras mientras las proyecta hacia nuevos territorios estéticos.
“El desafío fue encontrar nuevos espacios dentro de estas canciones, manteniendo intacta su carga emocional. El rock y el jazz comparten un origen de rebeldía y búsqueda constante. Este disco es mi manera de celebrarlo”, agrega.
Amed no está sola en esta aventura musical. La producción reúne a una alineación estelar: el pianista Leo Genovese, cómplice artístico en esta travesía; el bajista Tim Lefebvre (conocido por su trabajo en Blackstar de David Bowie); el baterista Kenny Wollesen (colaborador de John Zorn y Bill Frisell); el saxofonista y arreglista Mark Small (Michael Bublé); y el pianista Martin Bejerano, frecuente colaborador de Roxana y parte clave de su sonido actual.
Además de reversionar joyas del repertorio argentino como “Corazón delator”, “Salir de la melancolía” o “La sed verdadera”, el disco incluye una composición original: “Diamonds”, coescrita junto a Genovese, que confirma la voz autoral de Amed dentro de este universo de homenajes.
“Este disco es también una carta de amor al rock argentino, a sus poetas, a sus rupturas. Y al mismo tiempo, es una invitación para que esas canciones vuelvan a ser escuchadas con nuevos oídos”, concluye Amed.


