Culiacán.- La ausencia del bailarín cosalteco Maximiliano Corrales García (1995-2023) volvió a permear el desarrollo del 36 Festival Internacional de Danza José Limón, en su acto inaugural, donde el bailarín y coreógrafo neoleonés, Ruby Gámez, pidió “justicia, verdad y castigo” y la coreógrafa Claudia Lavista declaró su “tristeza e indignación”, mientras que Juan Salvador Avilés, declaró la dedicatoria de este Festival a su memoria.
Al recibir el 33 Premio Nacional de Danza José Limón, Ruby Gámez declaró: “No voy a hablar de mi trayectoria ni de mis triunfos y reconocimientos a lo largo de mi carrera; mejor dedicaré este espacio para pronunciarme en contra de la violencia, de la injusticia, y de la impunidad, pero también del olvido, del no reconocimiento, de las carencias, de la falta de apoyos y de espacios y de oportunidades y reivindico el derecho a vivir una vida digna, de pensar, de vivir sin miedo, a ser felices”.
En el Teatro Pablo de Villavicencio, agregó que, “desgraciadamente no es así: Vivimos en una sociedad que se está convirtiendo en su propio verdugo, en su propio asesino…. Me uno al dolor y a la tristeza que embarga en este momento al medio artístico nacional, al de Sinaloa y de Culiacán, y que hoy levanta de nuevo el telón para hacer menos doloroso este momento; y termino exigiendo verdad, justicia y castigo”.
La inauguración estuvo a cargo de Avilés Ochoa, director general del Instituto Sinaloense de Cultura, quien declaró que este Festival está dedicado completamente a la memoria de Maximiliano Corrales, y que “que nunca se había tenido un suceso tan lamentable, que hasta el propio gobernador del estado ha expresado su malestar por estos hechos, y reitero la demanda para que se dé un pronto esclarecimiento de estos hechos”.
Claudia Lavista, directora de Delfos Danza Contemporánea, dedicó la obra «Contradicciones: Prisma de identidad» al bailarín asesinado: “Max estaba del lado de lo luminoso, de ese lado que lucha contra la falta de humanidad, contra el horror de la injusticia. Hoy bailamos con la tristeza e indignación de no tenerlo entre nosotros, pero también con la alegría de poder ofrendarle nuestra danza como símbolo de la esperanza que él tenía en la construcción de un mundo mejor”.
Carlos Zamora, director artístico del Festival y de la compañía Danza Joven de Sinaloa, no pudo evitar referirse al tema durante su mensaje de bienvenida, y dijo que, además de Danza Joven, Max Corrales, «Rinkalu» -como le decían-, fue coreógrafo y bailarín también del grupo Physical Momentum y a sus 27 años, participó además en otros proyectos, y «nos los quitaron justo en las vísperas de la fiesta sinaloense de la danza», y por ello pidió un minuto de aplausos y otro de silencio.
Al término, se presentó el espectáculo de danza y teatro Contradicciones: Prisma de identidad, con Delfos, y a cargo de los intérpretes Xitlali Piña y Claudia Lavista y el actor y director de teatro Harif Ovalle, el cual fue presentado con el público encima del escenario.
Durante una hora, los creadores conversan, cuestionan, cuentan sus historias, interactúan con el público y acompañan sus soliloquios o diálogos con movimientos corporales.
Los temas son varios: Cómo encontró Harif a Mazatlán a su llegada desde la Ciudad de México, la relación de Claudia con su padre, de la relación con la familia en Xitlali. Tiene momentos graciosos y para la reflexión, y sobre todo para el juego escénico, mostrándonos a un Delfos que no se cansa de experimentar en su ya muy conocido y celebrado espíritu de búsqueda.