Culiacán.- Ahora con el sonido de la guitarra eléctrica a cargo del maestro Robbin Blanco como solista, la Orquesta Sinfónica Sinaloa de las Artes presenta este jueves 10 y domingo 13 de octubre en el Teatro Pablo de Villavicencio Las cuatro estaciones, de Antonio Vivaldi, de una forma como nunca se ha escuchado en esta localidad.

Bajo la dirección del Mtro. Eduardo García Barrios, titular de la OSSLA, el programa se enmarca dentro de la serie de Eventos especiales de la Temporada de Otoño 2024 de la OSSLA, y tendrá un costo de 100 pesos en la planta baja y 50 en la planta alta, y los boletos pueden adquirirse en el portal kynetick.com o en la taquilla del Teatro los días de la función.

El concierto del jueves 10 es a las 17:00 horas, y el del domingo 13 será a las 12:30 horas, y el programa se integra además con las piezas El cisne de Tounela, de Jean Sibelius, y la suite Los pájaros, de Otto Rspighi.

Robbin Blanco, nacido en Mérida, Yucatán, es un intérprete de guitarra eléctrica, guitarra clásica y ensambles de música popular contemporánea, considerado como “un músico creativo que contagia su adrenalina con su música, son ideas combinadas, suena a jazz, rock y música clásica, aunque esta última está más presente en la técnica melódicamente sonora de la guitarra a través de revestidos de improvisaciones, energía, musicalidad y virtuosismo”.

Las cuatro estaciones (Le quattro stagioni, en italiano) con cuatro conciertos para violín y orquesta (cada uno está dedicado a una estación: La primavera, El verano, El otoño y El invierno) del compositor italiano Antonio Vivaldi (Venecia 1678-Viena, 1741), quien fue compositor, violinista, empresario, profesor y sacerdote católico apodado Il prete rosso (“El cura rojo”) por ser pelirrojo.

Se le considera uno de los más grandes compositores barrocos, quien puso los cimientos del género del concierto, el más importante de su época, indica un comunicado.

Su composición Las cuatro estaciones, marca una transición en la creación artística de la época: del concierto grosso barroco al concierto solista moderno. Son en realidad cuadros musicales que narran el ciclo y la alternancia de las estaciones, cada una con sus propias características:

Primavera: La tonalidad elegida para este primer concierto, Mi mayor, describe la luz pura y cálida de la estación primaveral.

Verano: Sol menor es suave y a la vez melancólico como el verano, que nos envuelve en su calor pero da paso a una lluvia torrencial que anuncia su paso.

Otoño: se trata de Fa mayor, que nos lleva al campo, primero a la vendimia, seguido de la embriaguez del vino, y finalmente a la caza y al ladrido de los perros, e Invierno: la desolación de Fa menor y la lluvia torrencial sobre la tierra helada revelan el duro clima invernal.

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