Culiacán.- Un volumen con una colección de alrededor de 50 recetas de comidas, postres, bebidas, salsas, etcétera, con base en el fruto de la pitaya, será presentado por el Instituto Sinaloense de Cultura en el libro Mis recetas con pitaya, de la Mtra. Delia Moraila, este jueves 30 a las 18:00 horas, en el Museo de Arte de Sinaloa.

Se contará con los comentarios de Julio Bernal y de Óscar Lozano, moderados por Juan Esmerio Navarro en un evento que ofrecerá una degustación y venta de algunos productos.

El volumen se dio a conocer en rueda de prensa presidida por el Dr. Juan Salvador Avilés Ochoa, director del Instituto Sinaloense de Cultura, que editó la obra, y la maestra Delia Moraila Moya, autora del libro, reconocida chef de la localidad además de presidenta de la Asociación de Cocineros y Cocineras tradicionales de Sinaloa.

Avilés Ochoa comentó que la publicación de este libro se da dentro de las políticas que en materia de cultura se aplican en Sinaloa, en este caso para apoyar la investigación que impulsen la gastronomía, como el caso del queso artesanal o proyectos del PACMYC, para usar la pitaya en guisos tradicionales.

El libro se presentará además en los próximos meses, en el marco del Festival de los Pueblos Mágicos de Sinaloa, y “ojalá que el tiraje alcance para difundir las más de 50 recetas que vienen en este libro”.

Delia Moraila expresó que, aunque hay que una confusión de pitaya con pitahaya son dos frutos diferentes, ya que la pitaya es muy nuestra en tanto la pitahaya es una fruta con escamas, y comentó que las recetas que estamos presentando son muy sencillas para el ama de casa y para que la pitaya perdure más tiempo en las mesas de los sinaloenses, porque si la pelamos y la metemos al congelador, el fruto durará más de un año.

Además, la cáscara no se desecha, se guarda y se puede usar para un chamoy, para un guisado con papas o chilitos, indica un comunicado.

“La pitaya nos da alimento por todas partes, desde las tortillas con maíz, pan de maíz con pitaya que es muy sinaloense, y es el símbolo que más me ha satisfecho; yo soy de Guasave y a mi padre le tocó desmontar sus tierras y había muchos pitayos y empezó a llevar pitayas a la casa y mi mamá empezó a prepararlas de diferentes maneras, para aprovecharla pues ella era una artista en la cocina”.

La autora, quien estudió gastronomía en Sevilla cuando en México el único modo de aprender a ser chef era trabajar en restaurantes, fue recopilando estas recetas para dar a conocer este fruto que es símbolo tan nuestro, tan noble y versátil para preparar platillos; la creatividad del cocinero junto con esta fruta traspasa fronteras, traspasa sabores.

Avilés Ochoa, autor del prólogo, recordó que fray Andrés Pérez de Ribas, a su llegada a Sinaloa durante la conquista, hace una lista de las comidas usuales entre los indígenas, entre ellas «la fruta reina de la época de secas: la pitaya, que se consumía fresca y que también se usaba para elaborar una bebida alcohólica».

En su libro, agregó, la chef y cocinera tradicional Delia Moraila nos regala más de 50 preparaciones con la pitaya: desde salsas dulces y enchilosas, cajetas y mermeladas, tortillas de nata y pitaya, tortillas rojas de harina, tamales en los que la pitaya se mezcla con el elote, el requesón, la mantequilla, las pasas, las acelgas, el arroz y la carne de puerco; atoles diversos, panqués, semitas y alfajores, y hasta un delicado mousse de pitaya o un afrancesado choux relleno con crema pastelera de pitaya; o bien helados, gelatinas, aguas de pitaya y hasta aguachile.

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