Culiacán.- Con el tema Toponimia sinaloense, el escritor y periodista Teodoso Navidad Salazar ofrecióuna charla en la Sala de Formación Lectora del Instituto Sinaloense de Cultura, en la que dijo que conocer las toponimias, es decir, el origen de los nombres de nuestros pueblos, da un sentido de identidad y pertenencia a sus pobladores y nos acerca al origen  de nuestras comunidades.

El conductor y fundador del programa de divulgación cultural Sinaloa, pasajes de Nuestra Historia, que se transmite por Radio Sinaloa y, anteriormente, De la sierra al mar, en colaboración con el historiador Gilberto López Alanís, Navidad Salazar es autor además de varios libros sobre toponimias de Sinaloa y su significado.

Durante la charla, se refirió al origen de los nombres de los pueblos indígenas, su composición semántica, y de cómo muchos de los nombres de nuestros pueblos en Sinaloa, tomaron los nombres de los guerreros tarascos, tlaxcaltecas y de otras etnias del sur durante la conquista y repoblación de muchos pueblos de Sinaloa, de donde tenemos muchas toponimias  que provienen de pueblos del centro o sur del país, tales como Tamazula en Jalisco, Mazatlán en Guerrero, Cosalá en Chiapas, Culiacán en el Estado de México.

Se refirió a cómo se repiten las terminaciones de los nombres ciertos pueblos como Navolato, Badiraguato, Surutato, Caminahuato, Bachigualato o de otras como Yameto, Bachimeto, Bariometo, Otameto, o Topolobampo, Agiobampo, etcétera, que tienen que ver con el lenguaje de los pueblos indígenas que los fundaron.

Y de cómo los españoles o los frailes impusieron nombres del santoral católico a muchos pueblos, aunque dejando el nombre original indígena, como en la Villa de San Felipe de Santiago Sinaloa, San Francisco de Tacuichamona, San Miguel Zapotitán, San Miguel de Colhuacán, San Ignacio de Choix, y que se impusieron el día que los españoles refundaron las comunidades ya existentes.

Muchas toponimias provienen de accidentes geográficos, de acuerdo con la vegetación predominante o a un árbol en torno al cual se designó el lugar y se fundó una comunidad como Guamúchil, el Huanacaxtle, El Tamarindo, El Mezquite Caído, o también relacionados con la geografía como Cerro Cabezón o Laguna Seca o Laguna Colorada.

Otros nombres evocan a países o ciudades que no son ni del país, sobre todo en campos agrícolas, como Campo Wilson, aquí por la carretera internacional, o Campo Cuba, Acapulco, Argentina, entre otros. 

Otras toponimias tienen su origen en la persona o familia que habitó primero el lugar, quizás como un rancho o una vaquería, como Lo de Gabriel, Lo de Sauceda, Lo de Beltrán, El Limón de Los Monzón, etcétera.

La charla fue derivando hacia otros temas como la influencia de las diferentes razas que fueron llegando a Sinaloa e influyeron en nuestras costumbres, tradiciones e incluso nombres de lugares, con la llegada de griegos, chinos, alemanes, japoneses, entre otros, indica un comunicado.

Deja un comentario