Culiacán.– En el Foro Internacional del Libro Culiacán 2025, el Foro de El Colegio de Sinaloa fue sede de la presentación de dos importantes publicaciones que, desde diferentes perspectivas, celebran la identidad, la historia y la contribución de Sinaloa a la cultura y la educación nacional.

La primera de ellas fue “Soy un hombre de pluma y me llamo Renato”, del escritor y periodista Fred Álvarez, originario de Los Mochis, publicada por la Editorial Artes e Historia de México, con el apoyo del Instituto Sinaloense de Cultura (ISIC).

En esta obra, Álvarez traza un retrato literario y humano que combina el rigor periodístico con la sensibilidad narrativa, reflejando su reconocida trayectoria como cronista y analista cultural.

El autor compartió con el público su motivación para escribir este libro, en el que rescata la memoria de figuras y momentos significativosw del periodismo y la literatura mexicana, reafirmando su convicción de que la palabra escrita es una herramienta de conocimiento, justicia y encuentro.

Posteriormente, se presentó el libro “40 años del Tecnológico de Monterrey Campus Sinaloa”, de Jaime Félix Pico y Claudia Singh, editado por Andraval Ediciones.

La obra constituye una crónica historiográfica sobre la presencia del Tecnológico de Monterrey en Sinaloa desde sus inicios en Culiacán y Mazatlán en 1983, destacando la trascendencia social y educativa del proyecto impulsado por un grupo de visionarios promotores y fundadores.

Los autores subrayaron que el libro rinde homenaje a la voluntad y compromiso de quienes, inspirados por los valores de don Eugenio Garza Sada, fundador del Tecnológico de Monterrey en 1943, hicieron posible establecer en Sinaloa una institución de prestigio y excelencia académica.

Además, la obra enfatiza que este esfuerzo colectivo no solo amplió la oferta educativa de nivel medio superior y superior en el estado, sino que fortaleció el sentido de identidad cultural y pertenencia de su comunidad.

“Este libro es una respuesta responsable de los egresados sinaloenses que reconocen que para querer al alma máter, primero hay que conocer su historia, su origen y su evolución”, señalaron los autores.

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