Culiacán.- Al presentar su libro de artista Casas para un poema, la creadora Martha Romero comentó que este trabajo nació y se realizó durante la pandemia de coronavirus, ante las muertes constantes y cada vez más cercanas de familiares y amigos, cuando se puso a ordenar su casa y sus cosas, entre ellas un baúl con diarios, agendas y otros documentos con los que ideó realizar 450 casitas, uno por cada día de pandemia.
El resultado de este trabajo se presentó en el Centro de Literatura del Instituto Sinaloense de Cultura, en un concurrido acto en el que estuvieron como comentaristas la periodista e investigadora Azucena Manjarrez y la investigadora y curadora Stephanie Cortez.
Martha Romero comentó que esos días “pensé que podía morir y empecé a deshacerme de muchas cosas, pero gran parte de mi vida se encontraba en ese baúl y decidí transformarlas en papel reciclado para hacer dos libretas nomás, una para cada una de mis hijas, y conservarlas, e instalé un taller en mi patio y me puse a trabajar, elaborando así cientos de hojas recicladas que llenaron todos los espacios de mi casa”.
Luego se puse a recortar y a pegar para darles forma de casita, una por cada día de cuarentena, o sea 450 casitas que guardó con cuidado en un clóset, hasta que en octubre del año pasado la invitaron a exponer en el Teatro Ángela Peralta de Mazatlán y pensó que las casitas estaban listas para salir.
“Tomé cien de ellas e hice una instalación que se llamó Casas de Papel y luego nació el proyecto Casas para un poema, para lo cual convoqué a personas para partiendo de una palabra, enviaran un poema, y respondieron más de cien mujeres de Estados Unidos, Francia, Chile, España, Cuba, de diversas ciudad de México y por supuesto de Sinaloa”.
“Leí los versos una y otra vez imaginando que son recuerdos que se guardaban n nuestra memoria, con algunos textos reí, otros me hicieron recordar tiempos pasados, también me sentí reflejada y así fui realizando este proyecto en el que fuimos cómplices, porque sin ustedes no estuviéramos aquí en este momento y se los agradezco”, dijo.
Por su parte, Azucena Manjarrez hizo un repaso de la vida de Martha Romero en el arte, en la que siempre ha pensado en los demás y no solo en ella, y comentó que Martha con este libro demuestra una vez más que es una artista que siempre está queriendo dar y compartir, como lo ha puesto de manifiesto además al ser parte del colectivo Mujeres creando Sinaloa.
“Martha es de la idea que el arte no sólo debe de ser contemplativo, y en el mismo afán de reivindicar la figura de la mujer, organizó en varias ocasiones una muestra colectiva de mujeres artistas, que no callan, que al igual que ella tratan de proponer desde sus diferentes trincheras”.
A su vez, Stephanie Cortez expresó que los poemas que forman parte de este libro tienen que ver con locuras, con la vida, el amor, la familia, la vida, la muerte, y que fueron creados a partir de una palabra que ayudó a sacar lo que se siente y no siempre se alcanza a sacar.
Tras la presentación, muchas de las mujeres que forman parte de estas Casas para un poema, fueron dando lectura a sus textos.
Forman parte de este trabajo de Martha Romero, Dina Grijalva, Florina Olivarría, Claudia Islas, Cecilia Morales, Marisela Benítez, Ximena Ibarra, Cecilia Morales, Aurora Díaz, Ariadna Santiago, Gabriela Estévez, Isaura Lizárraga, entre otras.
El toque musical al evento de presentación del libro lo puso la violinista Perla García, indica un comunicado.
Martha Romero (19 de enero de 1953), es licenciada en educación artística, cursó 6 semestres en la escuela de artes y oficios de la Universidad Autónoma de Sinaloa. Diplomada en gestión cultural por la ANUIES. Ha tomado e impartido diferentes cursos y talleres relacionados con las artes visuales.
Tiene 13 exposiciones individuales y ha participado en más de 100 colectivas. Experimenta las diferentes disciplinas visuales como el videoarte, la fotografía, la instalación, el arte urbano, el arte objeto, el arte textil, libro de artista, la pintura y el dibujo. Continuamente está creando diferentes materiales y formas con las que construye un diálogo interno desde su cosmovisión.