Culiacán.- Con la participación del grupo folclórico Huey Colhuacan, que dirige el maestro Irving Ricardo Gómez Manjarrez, el Paseo de las Artes se vio engalanado con la singular coreografía Arqueros de Camajoa, original del maestro Santiago Ibarra, y que recrea una danza yoreme ya extinta, del pueblo de Camajoa, de El Fuerte, en el norte de Sinaloa.
En el montaje, realizado en pleno Callejón Andrade, y como parte del programa Danza en Espacio Público, de coordina la maestra Rocío Arrieta, participaron 13 bailarines, ataviados con atuendos típicos y coloridos, ya en su adaptación al cristianismo, y está dedicada a la Virgen de Guadalupe, aunque en otras zonas del estado como Matatán, donde también se registró ese tipo de danza, tienen a otra advocación de la Virgen, y en su origen es una danza guerrera.
El Paseo de las Artes, que se realiza con apoyo del Instituto Sinaloense de Cultura, tuvo además como atractivo la presencia de los trovadores Francisco Robles, de San Blas, y Fernando Zamora, de Guasave, en un mano a mano que poco a poco se convirtió en un dúo con canciones de Pablo Milanés como Qué cosa fuera; de Joaquín Sabina como 40 días y 500 noches o Noches de boda, y de Joan Manuel Serrat, Las macarras de la moral, entre otras.
Participó además Pedro Álvarez, acompañado de pistas y con su saxofón en piezas como Qué bonito Culiacán, con letra de José Alfonso Flores Carrasco y música suya, y Donde saben amar, toda de su autoría, además de Como el primer día, de Alberto Cortez.
Temprano, para abrir la jornada, cantó John Linki, trovador urbano que es además expositor en este que es el único tianguis cultural de la ciudad, bajo la conducción de José Alfonso Flores Carrasco, y con 12 años de tradición, según un comunicado.
También hubo poesía, con la participación de Guadalupe Ojeda Ríos, quien se suma al desfile de poetas en el que tradicionalmente colaboran voces como las de Silvia Margarita Galván, Reyna Dora Sánchez, Gustavo Adolfo Ochoa, Miroslava Ochoa, Guillermo Castro Ugalde y Guadalupe Miguel Espinoza Carrillo.
Y no podían faltar las trivias, preguntas de cultura general con la donación de libros facilitados por el programa Salas de Lectura de Sinaloa. Todo ello en medio un tianguis en el que artesanías, gastronomía y el arte en bule, con el que se sumó el pionero en Sinaloa de esta actividad artesanal, José Valdespino, y algunos de sus alumnos.