La música está triste no sólo porque no retumba, sino porque estas dos últimas semanas han fallecidos 4 integrantes de diversas agrupaciones en Culiacán. Las causas son diversas ya que la mayoría tenía padecimientos desde hacía tiempo, que se agravaron y los llevaron a perder la vida.
Los 4 músicos eran adultos mayores, que dedicaron sus vidas a la música. Uno de ellos era don Gilberto Audelo Hernández, integrante de Los Cuatreros de la Sierra, quien al parecer fue ingresado al hospital con un cuadro de colitis, donde posteriormente perdió la vida.
Don Jesús Murillo, quien era acordeonero y hacía guardia de la KZ4, padecía de diabetes y los últimos días enfermó de gripa, que lo llevó a perder la vida.
Don Luciano «Chano» Castelo, quien era bajo sestero en los Mariscos El 7, también tenía algún problema de salud.
Para don Alberto Mariscal, quien tocaba con Los Chavos del Norte de El Tamarindo, y hacía guardias en el Mercado Izabal, las cosas no fueron diferentes. El señor tenía problemas de bronquios, por lo que fue hospitalizado y posteriormente falleció.
Desafortunadamente, Víctor Chavira, quien toca con Los Leones de Durango, actualmente se encuentra luchando por su vida en un hospital de Culiacán.
Y ante la imposibilidad de trabajar tanto para los músicos, como para sus familiares, la situación se pone más críticas cuando hay que correr con los gastos de un sepelio, pero por suerte por llamarlo de alguna manera para estos 4 músicos sí hubo la posibilidad de hacerlo.
«Si algunos tenían un paquete funeral en el sindicado, pero ya no hay para cubrir si llegara a fallecer otro compañero», revela el Secretario General del Sindicado 265 de Norteño, Humberto Delgado.
Desde esta redacción, nuestro más sentido pésame a los familiares y amigos de estos músicos que dedicaron su vida a dar alegría a los sinaloenses, y esperamos que Víctor Chavira se recupere pronto.