Mazatlán.- El tenor Carlos Osuna la volvió a hacer en su tierra. Alrededor de 700 almas cantaron, aplaudieron y le lanzaron bravos durante el concierto ¡Así suena el mariachi!, presentado la noche del jueves 20 de julio en el Teatro Ángela Peralta con el que concluyó de manera brillante la Temporada Primavera 2023 producida por el Instituto Municipal de Cultura, Turismo y Arte de Mazatlán.
Carlos Osuna cantó, bailó y silbó de puritito gusto en esta presentación acompañado por música de mariachi a cargo del Ensamble Tradicional Mexicano, dirigido por Samuel Murillo; voces masculinas del Coro Ángela Peralta, que dirige Mary Murillo; el baile jocoso del Ballet Folklórico del Instituto de Cultura de Mazatlán bajo la guía de Javier Arcadia y la portentosa voz de la mezzosoprano mazatleca Sarah Holcombe.
¡Así suena el mariachi! transitó por varias épocas de la música mexicana. Con su actuación Carlos Osuna rindió homenaje a Pedro Infante, Javier Solís, José Alfredo Jiménez, Vicente y Alejandro Fernández y recordó la música de grandes compositores como Rubén Fuentes, Agustín Lara, Armando Manzanero y Martín Urieta, entre otros.
“¡Es un gusto para mi volver a mi tierra y tener el teatro lleno!”, expresó mientras su mirada recorría la sala cultural y en su rostro se dibujaba una sonrisa de satisfacción.
¡Así suena el mariachi! espectáculo producido por Raúl Rico González y Abril Márquez se enriqueció con la Multimedia de Karla Jaqueline Aguirre; vestuario de Elisa Espinosa; Iluminación de Ángel Hiram Salomón y sonorización de Ariel Villanueva.
El artista mazatleco se mostró feliz de regresar a la ciudad que lo vio nacer para sorprender y agradar al público con sus alcances vocales y dominio escénico en un concierto de música mexicana al que ya le traía ganas, tras trece años de cantar ópera en distintos idiomas en Europa.
Durante casi 2 horas de espectáculo el integrante del Ensamble de Solistas de la Ópera Estatal de Viena se engrandeció en el escenario y fue arropado por el cariño de la audiencia que como suele pasar cada vez que se presenta en el puerto, llenó la luneta y todos los balcones del teatro, indica un comunicado.
Entre amigos, familia y personas que suelen seguir su carrera como cantante lírico, el tenor mazatleco se mostró pletórico, ameno y ocurrente para agrado del público que no dejó de cantar y bañarlo de aplausos y ¡bravos! como recompensa por su profesionalismo artístico y su entrega total.
Carlos Osuna salió a cantar portando un traje de charro, chaqueta corta y pantalón color negro, botonadura en plata y moño blanco, y conforme transcurrió el concierto se fue despojando de su indumentaria hasta quedar en mangas de camisa.
El sombrero de ala ancha en tono blanco lo usó esporádicamente y con el hizo aspavientos al cantar el vibrante paso doble Silverio (Pérez) del genial compositor, músico y poeta mexicano Agustín Lara.
‘El carretero’, ‘Camino Real a Colima’, ‘Bonito Tecalitlán’ y ‘El cascabel’ dieron minutos de gloria al Coro y al mariachi integrado por músicos de la Orquesta Sinfónica Sinaloa de las Artes.
La noche estuvo llena de sorpresas, como la participación de la mezzosoprano mazatleca Sarah Holcombe, con quien interpretó Perdón, de Pedro Flores, entre otras canciones muy presentes en el gusto de los mexicanos.
Carlos y Sarah conformaron un dúo artístico unido desde años por una amistad que les llena la vida. El público gozó la actuación de dos personalidades distintas que armonizaron y se complementaron mutuamente para deleite de todos.
Carlos Osuna inició su actuación con la interpretación de ‘Cien años’ y ‘Amorcito corazón’ para rendir homenaje al gran ídolo de México, Pedro Infante, y aunque apenas transcurrían los primeros minutos logró que el público cantara junto él.
Después ofreció un tributo a Javier Solís con ‘Sombras’, tema emblemático del llamado Rey del Bolero Ranchero; cantó con sentimiento profundo ‘En tu pelo’ de Luis Demetrio, que en lo personal le gusta mucho y dedicó ‘Mujeres divinas’ de Martín Urieta a la maestra Yolanda Urquijo, su directora en la secundaria y quien junto con la maestra Cristina de Vadillo, descubrió que tenía talento artístico para destacar en el canto.
Homenajeó a Vicente y Alejandro Fernández y emocionó al público con ‘Volver volver’, ‘Abrázame’ y ‘Como quien pierde una estrella’, sin dejar de lado a otros grandes del bolero como Armando Manzanero de quien interpretó un emotivo ‘No’, en la parte final del concierto, pero nadie estaba dispuesto a dejarlo ir y a gritos y aplausos lo hicieron volver a escena.
Lo que vino después fue una simbiosis total, un agasajo visual y auditivo: ‘El Rey’, ‘Cielito lindo’ , ‘México lindo y querido’ y el ‘Corrido a Mazatlán’ acompañado en las tres últimas canciones por la mezzosoprano Sarah Holcombe, ambos sacaron lo mejor de su voz y desempeño artístico al atravesar en diagonal constantemente el escenario mientras invitaban al público a unirse al gran coro para culminar de manera brillante y festiva el concierto.