Culiacán.- Con la presentación de los libros Fuegos de palabras, de Dina Grijalva; Admito que estoy triste, de Ana Paula Ojeda; una lectura de poemas de escritoras, y la participación musical de LAmenor, se celebró el Día Mundial de la Poesía en el Centro de Literatura del Instituto Sinaloense de Cultura.
Como cada 21 de marzo, desde el año 1999, se conmemoró una de las formas más preciadas de la expresión e identidad lingüística de la humanidad, la poesía, practicada a lo largo de la historia en todas las culturas y en todos los continentes, en esta ocasión, con la participación de las integrantes del Colectivo Mujeres Creando Sinaloa, en una jornada coordinada por la Dirección de Literatura del ISIC, que encabeza la poeta Ernestina Yépiz.
Las actividades arrancaron con la presentación del nuevo libro de la maestra Dina Grijalva, Fuegos de palabras, el cual fue comentado por Victoria Herrera Díaz, editora para El Debate, quien destacó el goce y la pasión que la autora imprime a sus libros, manejando en ellos los temas del erotismo, el juego, la pasión y el amor.
Sobre la obra presentada la tarde del martes, dijo que en ella la autora habla acerca de las figuras retóricas o los juegos que pueden encontrarse dentro de la poesía o la literatura en general, lo cual lo hace un libro todavía más interesante.
Fuegos de palabras viene a ser una introducción a todas esas figuras y juegos que podemos encontrar dentro de la literatura y sobre todo en la poesía, que nos recuerdan que la literatura está para disfrutarse”.
Victoria Herrera Díaz
Dijo que Grijalva lleva al lector por un paisaje bastante noble para explicar figuras que a veces pueden llegar a ser un poco cansadas, pero ella lo hace de una manera muy entretenida en las 170 páginas del libro, a través de la “ludolingüística”, con ejemplos sumamente divertidos de juegos de palabras que invitan a participar, a imaginar, a crear y a divertirse, un libro que invita a ser disfrutado.
Dina Grijalva comentó que para ella la literatura, la poesía, la narrativa, el teatro, son una parte esencial de su vida y hay literatura en todos los tonos. Es una creación humana y dentro de esta variedad están los juegos de palabras, que también tienen nombres de figuras retóricas que están contenidos en este libro.
Puso el ejemplo del anagrama, que consiste en con las letras de una palabra o frase, formar una palabra o una frase distinta, que son una parte de los juegos contenidos en su libro.
El segundo ejemplar presentado fue el poemario Admito que estoy triste, de la dramaturga, actriz y múltiples veces galardonada, Ana Paula Ojeda, que fue comentado por Karen Limón, jefa del departamento de Literatura del ISIC, quien destacó el amor que la autora tiene por las letras.
Sobre su primera publicación, destacó la manera de la autora de ver el mundo, con un ojo muy despierto, que aborda lo cotidiano desde diferentes perspectivas.
De este libro, que fue ganador del Premio Nacional de poesía Rogelio Treviño, destacó los poemas Insuficiente, por el manejo que en él hace la autora de las emociones, así como La cama 33, que se sitúa en un cuarto de hospital.
Ana Paula comentó que para ella el escribir es como una manera de sobrevivencia, más que como una válvula de escape, es una manera de interpretar el mundo a través de las letras.
Sobre su libro, dijo que habla de muchas situaciones y emociones que en ocasiones se niegan, cuando son pequeñas piezas de un rompecabezas que ella transmite a través de la poesía como el canal más sincero para reconocer su humanidad.
Durante el evento, qué mejor que manera de honrar a la poesía en su día, que leyendo poemas creados por mujeres, para posteriormente cerrar con el toque musical a cargo de LAmenor, quien compartió entre otros, los temas Reverdecer, Globitos y Del olvido no, para poner fin a una jornada intensa con la que se celebró el Día Mundial de la Poesía.