Una interpretación de la ausencia, de los estados mentales del México que dejó hace 21 años, es la película Bardo, falsa crónica de unas cuantas verdades, dice el mexicano Alejandro González Iñárritu, en el Festival Internacional de Cine de Venecia de 2022.

Eso es lo que le pasó cuando regresó a México a filmar esta película que este martes presentó en Venecia, precisamente en una fecha importante para él, puesto que recordó que un 1 de septiembre salió con su familia de su país con muchas ilusiones y muchos planes.

«Creo que ese evento es fundamental para el origen de esta película, porque lo que más se hace presente cuando uno deja su país es la ausencia de ese país todos los días, de una forma distinta, por eso digo que México no es un país es un estado mental para mí», añadió.

«Creo que cada nación, cada país es finalmente un estado mental, son las historias que nos han contado, que nos contamos de nosotros mismos, pero cuando uno toma perspectiva, distancia y tiempo esas historias, esos estados mentales empiezan a disolverse, a transformarse y es parte de la exploración de esta película, una interpretación de esa ausencia, y de cómo cuando uno regresa de nuevo, como me pasó cuando estaba filmando la película, como un espejo, fue como encontrar a un nuevo amigo, que fue de una forma y lo encuentro distinto y la gente me encuentra distinto porque muchas cosas han pasado».

Bardo es esa interpretación emocional de una memoria, dijo Iñárritu.

Habló de los riesgos presentes, constantes e inevitables, uno era la tentación al orgullo, la soberbia, que le intoxicaba, y por otro lado la inevitable pérdida del éxito lleva al dolor.

«Tener éxito era ya una condena a saber que lo perderás y vendrán tiempos difíciles para aceptar eso, por eso mi padre decía que con el éxito hay que hacer unos tragos, hacer unos buches y escupirlo, porque si no te intoxicaba».

Esa frase dijo que fue importante para él, porque es verdad que el éxito aunque es difícil de entenderlo, porque parece una queja y no, porque el éxito lo deseas, pero al mismo tiempo puede crear una cantidad de obligaciones, expectativas, responsabilidades, crisis de uno propio y de la gente y conlleva retos.

«Y sí, el éxito de pronto también te exige como persona cosas que dejas y cambian las prioridades y hay que saber sortearlo. El éxito también para mí ha sido un camino de aprendizaje, y el fracaso también, ese recorrido es importante, y esa frase quise incluirla como un momento importante del reconocimiento de mi padre».

Iñárritu dijo que a diferencia de sus otras películas, Bardo la hizo con todo su corazón.

En la conferencia, el cineasta estuvo acompañado del elenco de la película, entre ellos Daniel Giménez Cacho y Ximena Lamadrid.

Iñárritu, director de las películas Birdman, Amores perros y 21 gramos, compite en Venecia por el León de Oro con Bardo, falsa crónica de unas cuantas verdades.

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