Culiacán._ «Andamos buscando erráticamente conquistar otros mundos cuando no somos capaces de conquistar nuestro propio mundo, y eso es lo que buscan estos textos: reflexionar sobre lo que es importante, lo que es trascendente», expresó el periodista Rodolfo Díaz Fonseca, al presentar sus libros Cernir el alma y Discernir con calma.

En el patio del Centro Sinaloa de las Artes Centenario del Instituto Sinaloense de Cultura, el autor añadió dos tomos más de la colección Ethos, que recoge los breves artículos que publica diariamente en su columna Ethos, en el diario Noroeste, sobre temas de filosofía, religión, humanismo, etcétera, y que en esta ocasión fueron comentados por Elizabeth Moreno Rojas y Samuel Ojeda Gastélum, se detalló en un comunicado del Isic.

«Hoy tenemos muchas redes sociales, mucho conocimiento, muchos datos, pero estamos demasiado enredados en ellos, y de los cuales tenemos que desenredarnos, pues aunque son necesarios, no deben ser lo único ni lo más trascendente», dijo.

«Eso es lo que intento en estas breves reflexiones que me hago yo mismo, pero se las comparto porque me interesa que todos nos las hagamos», expresó.

Desde la antigüedad el ser humano se ha preguntado por qué estoy aquí, para qué estoy, a dónde voy, qué es lo que me corresponde hacer, lo cual se han planteado los grandes filósofos, como Kant, qué puedo conocer, pero sobre todo qué debo hacer.

Y terminaba todavía con una pregunta, qué me cabe esperar, porque el hombre siempre es un ser de esperanza y eso es lo que nos debe de alentar: no debemos jamás tirar la toalla.

Refirió que el mundo está revuelto, pero también es un mundo hermoso, como dice una canción, un mundo maravilloso; sin embargo, hay que purificar lo que sea necesario purificar para poder disfrutar más de esta vida, esta existencia, que es muy bella, como en la película de Roberto Benigni, que termina en drama…

«Nuestra vida siempre es un drama, nada más que a veces la volvemos tragicomedia, y ahí es donde debemos poner el acento para plantearnos qué es lo que se debe hacer».

Elizabeth Moreno Rojas se refirió a Cernir el alma como un volumen cuyos textos invitan a depurar el interior, el alma, dejando los mejores pensamientos, sentimientos, recuerdos y actitudes ante la vida, ante la realidad, ante los otros para poder llegar a ser, como dice el autor, «constructores de paz».

En cambio, en Discernir con calma, dijo, continúa el proceso de depuración, porque cernidos ya los pensamientos, habiéndonos quedado con lo mejor y lo más fino, lo que procede es reflexionar para tomar buenas decisiones y llegar a estar bien integralmente, para ser, citó nuevamente al autor, artesanos de humanidad.

Samuel Ojeda Gastélum comentó que, en estos dos libros, y aún en su columna diaria Éthos, Díaz Fonseca convoca a cernir todas las pequeñas y grandes cosas que la vida pone de frente, para que nos sobrepongamos a lo volátil e insustancial, que esto desaparezca, para extraer lo reconfortante, lo grato, lo placentero y trascendente para la vida, para el ser humano. Y lo hace con ejemplos y lecciones de vida.

Agregó que su narrativa está saturada de referencias a pensadores muy diversos, varios, lo que indica que el autor teje los temas sencillos y cotidianos de nuestra existencia con la reflexión aguda, dándole profusión a cada uno de los temas que aborda en más de 140 reflexiones en cada texto y en cada uno de los tópicos tratados.

A estos dos tomos de Díaz Fonseca le anteceden Éthos: Aprender a ser (2014), Camino para trascender (2014), Reflexiones para ser y trascender (2016), La aventura de vivir (2017) y El arte de convivir (2017).

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