Ricardo Montaner estrenó el álbum más sentido de su carrera: Tango, un homenaje a su infancia en Argentina un disco que representa la promesa que el artista le hizo a su padre, a su abuelo y a su público.
Viajero incansable, Montaner recorrió el mundo una y mil veces, pero el compás de su brújula personal siempre marcaba al sur.
Los vientos y los años lo llevaron lejos, pero un pedacito de su corazón siempre se mantuvo en Valentín Alsina, el barrio que lo vio nacer. Barrio de tango por excelencia en el que pasó los primeros años de su vida.
A pesar de haberse vuelto grande en el Caribe y desde allí conquistar los cuatro puntos cardinales, el sur siguió marcando para él un pulso de emoción en la memoria de sus mayores, citó Media Dubbing Hits en un comunicado.
“Era natural, casi inevitable, grabar un disco de tango por eso decidí viajar al pasado para honrar mis raíces, por eso produje este álbum”, comenta Montaner.
Un proyecto de esta magnitud debía realizarse yendo a las raíces y respetando el legado de los que escribieron la historia de este género, por eso es que el estudio que Ricardo eligió para grabar Tango es el mismo en el que varias de las figuras en la historia de éste género registraron sus discos más memorables: El Estudio ION, emplazado desde 1956 en una vieja casona en el barrio de Balvanera, en el centro de Buenos Aires.
En este emblemático lugar, Ricardo reunió a una orquesta típica de 12 integrantes formada por los más destacados instrumentistas del género, quienes fueron dirigidos por el maestro Andrés Linetzky, encargado también de realizar los arreglos de los 11 temas del álbum.
La idea desde el comienzo era buscar la esencia del tango. Tango que suene a tango, en la voz de Ricardo Montaner. Registrado en forma completamente analógica, se utilizaron los mismos micrófonos con los que se grabaron algunas piezas inmortales del género.
Con el seteo de la sala a cargo de Jorge “El Portugués” Da Silva, que a sus 87 años ha participado de incontables sesiones en ese estudio y bajo el atento control de calidad de Osvaldo Acedo, quien grabó entre otros a Goyeneche y a Piazzolla.
El disco es un viaje a las raíces del artista, en donde el material registrado con el rigor y la delidad que el tango requiere fue mezclado y terminado utilizando la mejor tecnología de la actualidad.
Cuartito azul, Nada, Nostalgias, Uno, El día que me quieras, La ú́ltima copa, son algunas de las canciones inolvidables que se incluyen en el álbum.
El videoclip del primer single El día que me quieras, que ya superó 34 millones de vistas en YouTube, fue filmado por Marlene Montaner y Lautaro Espósito con producción de Diego Tucci en en el icónico Café De Los Angelitos en Buenos Aires, Argentina; lugar que desde fines del 1800 forma parte de la historia del tango.
“Es un proyecto que representa un sueño que comencé a gestar muchos años atrás. Este disco de tangos es cumplir una promesa que le hice a mi padre, a mi abuelo y a mi infancia en Valentín Alsina, provincia de Buenos Aires, Argentina, donde nací”, expresó Ricardo Montaner.